A veces nos preocupamos en exceso por no tener pareja, por no haber encontrado a la persona «correcta» o por sentirnos «solos» y sin la compañía sentimental que anhelamos. Sin embargo, desde el punto de vista del alma, todo es mucho más sincrónico y perfecto de lo que pensamos.
Antes de encarnar, el alma realiza un plan en el que, entre otras cosas, se pactan los encuentros y las relaciones más importantes que va a tener a lo largo de su estancia en el plano físico. Así, tanto nuestros padres como nuestros hijos y parejas más importantes, así como las relaciones de amistad más cercanas, forman parte de ese grupo de almas afines con las que acordamos convivir temporalmente en la Tierra y realizar los aprendizajes que nos corresponden.
Si ahora no tienes pareja, no es casualidad. (Y si la tienes, tampoco lo es). Si hay alguna persona que deba aparecer en tu vida, aparecerá en el momento adecuado. No te impacientes, no desesperes, no creas que desde «arriba» se han olvidado de ti… Simplemente estás aprendiendo sobre el amor desde esa «soledad» y transitando lo que te corresponde. Camina por este planeta desde esa paz y esa comprensión: nunca has estado ni estarás solo.